Eventos sostenibles: el nuevo estándar que las marcas ya no pueden ignorar
Durante años buscábamos el wow. Ahora también buscamos el cómo.
Cómo reducir el impacto. Cómo implicar a los asistentes. Cómo cuidar a las personas sin renunciar a la experiencia. Porque hoy, hablar de eventos sin hablar de sostenibilidad es quedarse fuera de juego.
El cambio no es una tendencia: es el nuevo punto de partida. Y cada vez más marcas lo entienden.
¿Qué implica de verdad un evento sostenible?
Hay muchas formas de etiquetar algo como “eco-friendly”, pero pocas que lo sean de verdad. Para que un evento sea sostenible, hay que mirar más allá del cartón reciclado y los vasos compostables. Aquí van tres ejes que importan:
1. Medioambiente: reducir lo que sobra
- Eliminar plásticos de un solo uso.
- Montajes modulares y reutilizables.
- Proveedores que usen energía renovable.
- Incentivar transporte colectivo, carpooling o lanzaderas eléctricas.
2. Personas: cuidar a quienes hacen posible el evento
- Contratar producción y catering locales.
- Priorizar bienestar real: alimentación consciente, pausas, sombra, agua disponible.
- Incluir a colectivos en riesgo de exclusión cuando sea posible.
3. Recursos: gastar menos, pero mejor
- No se trata de invertir más, sino de repensar cada gasto.
- ¿Es necesario imprimir esos programas? ¿Esa lona tendrá otra vida?
- ¿Cuántos kilómetros hacen todos los materiales hasta llegar al venue?
Cada decisión cuenta. Y los equipos que producen lo saben bien.
Cómo contarlo sin sonar a postureo
No basta con hacerlo: hay que saber comunicarlo. Pero sin sobreactuar.
Estas claves ayudan a evitar el greenwashing y conectar de verdad:
- Di lo que hiciste, no lo que “crees”.
Mejor: “Usamos escenografía 100% reutilizable” que “Nuestro evento es respetuoso con el planeta”. - Explica por qué se tomó cada decisión.
Por ejemplo: “Elegimos catering de kilómetro cero para reducir transporte y apoyar producción local”. - Involucra al asistente.
Desde dar la opción de rechazar el welcome pack hasta elegir entre varias causas a las que donar el sobrante. - Comparte cifras reales, aunque sean imperfectas.
Comunicar que se compensaron 3,4 toneladas de CO₂ es más potente que hablar de “evento neutro”.
Elegir proveedores que sumen (no solo que entreguen)
Una buena idea puede quedarse a medias si no va acompañada de los aliados adecuados. La sostenibilidad empieza en el briefing, pero se define en la cadena de producción.
Busca equipos que ya estén trabajando con criterios responsables. Algunos ejemplos:
- Caterings conscientes: sin plásticos, con producto local y opciones plant-based.
- Productoras que optimizan: reutilizan estructuras, minimizan transporte y hacen escenografía que no acaba en un contenedor.
- Proveedores tech eficientes: iluminación LED, baterías recargables, sonido de bajo consumo.
- Espacios que se mojan: con placas solares, gestión inteligente de residuos y políticas claras de sostenibilidad.
A veces, el proveedor no más barato, sino el que sabe decirte “esto no hace falta”, es el que más te cuida.
Checklist: 10 puntos para una producción sostenible
Si estás diseñando un evento y quieres asegurarte de que vas por buen camino, aquí tienes un checklist base. No lo hagas todo. Haz lo que tenga sentido. Pero hazlo con intención.
- Venue con políticas sostenibles activas.
- Montajes reutilizables o modulares.
- Eliminación de plásticos de un solo uso.
- Catering local, de temporada y sin excesos.
- Incentivos para el transporte colectivo.
- Equipos de producción con criterios éticos.
- Espacios de descanso y bienestar para staff y asistentes.
- Huella de carbono calculada (y compensada si es posible.
- Proveedores alineados con valores sostenibles.
- Comunicación transparente y sin humo.