Allí 50 familias producen uno de los cafés más excepcionales del mundo: la variedad arábica y dentro de esta, el café de origen etíope. Llevan haciéndolo desde hace más de 200 años, preservando el cultivo tradicional. Desde 1800, el café se recoge a mano en primavera, grano a grano. Después se procede al secado durante 20 días en mesas africanas para mantener los aromas de la cereza en semilla. Esta es la principal peculiaridad de este cafetal, único en Europa.
La interacción con los productores de café de Agaete aportó al equipo de Nespresso una visión auténtica de los valores de la compañía y de los retos del futuro.
Allí 50 familias producen uno de los cafés más excepcionales del mundo: la variedad arábica y dentro de esta, el café de origen etíope. Llevan haciéndolo desde hace más de 200 años, preservando el cultivo tradicional. Desde 1800, el café se recoge a mano en primavera, grano a grano. Después se procede al secado durante 20 días en mesas africanas para mantener los aromas de la cereza en semilla. Esta es la principal peculiaridad de este cafetal, único en Europa.
La interacción con los productores de café de Agaete aportó al equipo de Nespresso una visión auténtica de los valores de la compañía y de los retos del futuro.
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Allí 50 familias producen uno de los cafés más excepcionales del mundo: la variedad arábica y dentro de esta, el café de origen etíope. Llevan haciéndolo desde hace más de 200 años, preservando el cultivo tradicional. Desde 1800, el café se recoge a mano en primavera, grano a grano. Después se procede al secado durante 20 días en mesas africanas para mantener los aromas de la cereza en semilla. Esta es la principal peculiaridad de este cafetal, único en Europa.